viernes, 6 de mayo de 2011

Urzagasti a la Mano


En un momento de fetichismo idealista de las posibles novedades que ofrecen las escasas librerías de Cochabamba me encontré, para mi sorpresa, con un título reditado por Editorial Gente Común, un libro que necesitaba seguir circulando, que debe ser leído y, mejor aún, releído. Un libro agotado y que sólo se lo podía conseguir en las bibliotecas públicas y particulares o, en el mejor de los casos, en las manos de algún fiel y despistado lector.

Se trata De la Ventana al Parque de Jesús Urzagasti (Gran Chaco, 1941), un título que nos lleva de la fantasía a la fantasía, ya que nos narra imágenes que podrían ser o no ser, reales y/o irreales, pues se entrelazan encuentros entre personajes que no se conocieron en vida y el narrador se encarga de intermediar su amistad en el más allá: la muerte.

Varios son los personajes que se entretejen en aventuras dispersas y/o suposiciones con las que juega el narrador, haciendo uso de una diversidad de mitos existentes dentro el acervo cultural latinoamericano, sobretodo la que corresponde a la postguerra (Guerra del Chaco). Solo mencionar algunas, como las actitudes del tranquilino Galean frente a sus diferentes interlocutores, la supuesta risa que hubiera tenido ante al temible Santarra y/o la conversación larga y tendida con el Tuerto Aguilera. O la amistad que hubiese tenido el primo Ramón y el Tío Honorato con el guionista Patinuk y juntos se enternecerían dentro el dialogo del cine.

Diferentes son las imágenes que se narran y te atrapan en una lectura de una sola tirada, el leerlo te acerca a la muerte, a sus habitantes y te anima a suponer historias que no podrían estar pensadas por el autor o quizá sí, pero lo cierto es que el lector de turno es uno más que brinca rumbo al universo de las posibilidades.

En De la ventana al parque, Jesús Urzagasti se recluyó con sus amigos muertos para escribirla y luego echarlas a andar por la ventana, para que así, los lectores puedan fantasear con cada una de las aventuras propuestas en la excelente narración.

Es así que otra vez, tenemos a Urzagasti a la mano (Tirinea en Plural) y se revela algo que se debería conocer y estar ofertado con frecuencia a la luz pública y sobre todo a los bolivianos, algo poco conocido y valorado, algo que se resume en la “maestría” que este escritor nos ofrece en todas sus publicaciones habidas y por haber.

domingo, 1 de mayo de 2011

Hagan Carne Propia de esta Masacre


Ismael Saavedra
El pasado martes 26 de abril, en el Teatro Adela Zamudio de la ciudad de Cochabamba, dentro el marco del Ciclo de Cine documental, organizado por el CEDIB, se estreno la producción “80”, bajo la dirección de Ismael Saavedra. 

El documental, parte de las imágenes del festejo y regocijo que los pueblos indígenas obtuvieron con la asunción de Evo Morales a la presidencia, todos reunidos celebrando la reivindicación de la identidad y de los pueblos; entre todos ellos, algunos al notar que se vivirá tiempos de cambio, recuerdan con cierta melancolía aquellas épocas donde la libertad quedó al margen y fue brutalmente reprimida por los gobiernos de facto.

Una gran mayoría recuerda el 17 de julio de 1980, García Meza toma el poder y captura a todo con tinte comunista, a todo que quiere el respeto de la libertad de expresión; los hace desaparecer, los maltrata, los tortura y hace de las suyas. Entre ellos está Marcelo Quiroga Santa Cruz, Simón Reyes, Luis Espinal, Anita, Manuel Vargas, Ismael Saavedra, (director de “80”) y otros más que lucharon para vivir los tiempos de democracia.   

Las imágenes de la tortura y los relatos de las víctimas, nos dejan callados a aquellos que bordeamos por nuestra segunda década de vida, pues gracias al sufrimiento que vivieron en aquella época, ahora somos libres y vivimos plenamente un estado de democracia.

Terminada la producción “80”, no faltó el aplauso al director por el trabajo que realizó y más que todo por rememorar a las víctimas de aquella lucha por la democracia; varios fueron los comentarios efusivos que se emitió entre los asistentes y uno que sobresalió y me llamó la atención: “a todos los jóvenes, hagan carne propia de esta masacre…”. Frase, que debiera ser tomada en cuenta en todas las aulas al momento de avanzar la historia de Bolivia, porque el sufrimiento y/o masacre no sólo fue de aquellos tiempos, sino desde 500 años atrás. 

En fin, la producción puede ser un material esencial para lograr el objetivo que aquella frase mencionaba, y no lo sugiero por propaganda o publicidad, sino para que otros como el suscrito, “haga carne propia de esta masacre”.